Origen y Nutrición
La almendra proviene del almendro, científicamente conocido como prunus amygdalus L., que es un árbol perenne de la familia de las rosáceas de hasta 10 metros de altura. Tallos erectos de corteza oscura y agrietada. Hojas puntiagudas, ovado lanceoladas, de hasta 12 cm de longitud, de contorno dentado. Flores agrupadas normalmente en parejas, de color blanco-rosado, rosado, o más raramente, blanco. Pétalos de hasta 2,5 cm. Frutos en drupa, con el mesocarpio inicialmente blando, pero que se va endureciendo a medida que madura. Semilla comestible, esto es, almendra.
El consumo de almendra reduce el nivel de colesterol total y de la lipoproteína de baja densidad (LDL “colesterol malo”), y aumentar la lipoproteína de alta densidad (HDL “colesterol bueno”), además de descender los niveles de triglicéridos, lo que mejora la salud cardiaca.
La almendra es uno de los frutos secos con mayor aporte de vitamina E, una vitamina cuya ingesta a menudo está por debajo de lo que sería recomendable y que ejerce un valioso papel antioxidante.
Es ideal para estimular los movimientos intestinales, ya que posee una cantidad notable de fibra (10%), siendo un potencial como prebiótico.
Asimismo es rica en proteínas, lo que le da más importancia en las dietas vegetarianas al poder actuar como sustituto de las proteínas que aporta la carne.
También, la almendra es una de las pocas fuentes de proteínas vegetales que contiene arginina, un aminoácido esencial para los niños.
Dos terceras partes de los ácidos grasos corresponden a ácido oleico. Esto quiere decir que tomar almendras es muy parecido a tomar aceite de oliva desde el punto de vista cardiovascular.
Otro punto a tener en cuenta es su contenido en ácido linoleico (omega 6), ácido graso esencial para el organismo que este no sintetiza y que le es necesario obtener de la dieta.
La almendra proviene del almendro, científicamente conocido como prunus amygdalus L., que es un árbol perenne de la familia de las rosáceas de hasta 10 metros de altura. Tallos erectos de corteza oscura y agrietada. Hojas puntiagudas, ovado lanceoladas, de hasta 12 cm de longitud, de contorno dentado. Flores agrupadas normalmente en parejas, de color blanco-rosado, rosado, o más raramente, blanco. Pétalos de hasta 2,5 cm. Frutos en drupa, con el mesocarpio inicialmente blando, pero que se va endureciendo a medida que madura. Semilla comestible, esto es, almendra.
El consumo de almendra reduce el nivel de colesterol total y de la lipoproteína de baja densidad (LDL “colesterol malo”), y aumentar la lipoproteína de alta densidad (HDL “colesterol bueno”), además de descender los niveles de triglicéridos, lo que mejora la salud cardiaca.
La almendra es uno de los frutos secos con mayor aporte de vitamina E, una vitamina cuya ingesta a menudo está por debajo de lo que sería recomendable y que ejerce un valioso papel antioxidante.
Es ideal para estimular los movimientos intestinales, ya que posee una cantidad notable de fibra (10%), siendo un potencial como prebiótico.
Asimismo es rica en proteínas, lo que le da más importancia en las dietas vegetarianas al poder actuar como sustituto de las proteínas que aporta la carne.
También, la almendra es una de las pocas fuentes de proteínas vegetales que contiene arginina, un aminoácido esencial para los niños.
Dos terceras partes de los ácidos grasos corresponden a ácido oleico. Esto quiere decir que tomar almendras es muy parecido a tomar aceite de oliva desde el punto de vista cardiovascular.
Otro punto a tener en cuenta es su contenido en ácido linoleico (omega 6), ácido graso esencial para el organismo que este no sintetiza y que le es necesario obtener de la dieta.
100gr de Almendras aportan:
Hidratos de carbono
3,5g
Proteínas
20g
Kilocalorías
580
Ácido mirístico
0,29g
Ácido Palmítico
3,20g
Ácido Esteárico
0,92g
Ácido Oleico
30,89g
Ácido Linoleico
9,75g
Ácido Grasos Totales
45,06g
Composicion vitaminica:
Vitamina B1
0,45mg
Vitamina B2
20,69mg
Vitamina E
20mg
Potasio
690mg
Calcio
270mg
Magnesio
258mg
Fósforo
510mg
Hierro
6,3mg